Ecos de la historia

Casi siempre es una gran experiencia echar la vista atrás, hacia las idas y venidas de la gente que nos ha precedido. En muchas de estas ocasiones conseguiremos sacar alguna lección de lo que han construido quienes abrieron la senda antes que nosotros la hollásemos. Tanto de los logros como, también, de los fracasos de esos otros locos que desde tiempos inmemoriales han contemplado las estrellas preguntándose qué hacer para ganar el siguiente concurso…

El billete de ida al pasado puede llegar a nosotros de diferentes maneras… Algunas veces bajo la forma del testimonio de los veteranos del club, esa gente sencilla y paciente, de manos encallecidas y siempre al pié del cañón, que siguen cargando con sus cestas de cara al club semana tras semana, y que han vivido la vida y recorrido incontables kilómetros a lomos de miles de palomas y ya no sabrían hacerlo de otra forma. Siempre dispuestos a contar otra vez cómo eran los viajes de las palomas en tren, de dónde les había venido aquella legendaria atleta, o cómo se las ingeniaron para construirse su primer palomar con el primer sueldo.

En otras ocasiones el túnel del tiempo lo flanquean aquellos viejos documentos que en muchos casos habían estado perdidos, a salvo de las idas y venidas de la historia, en una caja de cartón durante años y años.

Ese es precisamente el caso que queremos ilustrar en esta ocasión.

Desde hace unos meses, un grupo de valientes exploradores se ha armado de la paciencia suficiente que requiere el sumergirse en los archivos de la Real Federación Colombófila Española. Documentos que en muchos casos han dormido un sueño centenario sin ser molestados, estando totalmente olvidados durante décadas en otros. De todas formas, viendo el perfecto estado de todas estas piezas históricas, es de ley reconocer el hecho de que habían estado perfectamente guardadas y almacenadas, esperando tranquilamente (a salvo de los silenciosos estragos que el tiempo, la luz y la humedad van causando lenta pero inexorablemente en el papel y la tinta) a que alguien viniese a despertarlas.

Estos compañeros no sólo están redescubriendo y catalogando todo este material que nos ayuda a conocer o recordar cómo era la colombofilia en otras épocas, sino que en algunos casos están comenzando a digitalizar muchas de estas joyas para que todos podamos tener acceso a ellas de forma fácil y así disfrutar y aprender de aquellos logros, de aquellos avances, pero también de los errores y fracasos tan comunes a la naturaleza humana.

Pronto van a sorprendernos cada poco con una nueva reliquia rescatada del olvido, pero hasta entonces queríamos traeros una muestra de lo que están consiguiendo estos compañeros tras apenas arañar la superficie del archivo.

Una de las primeras cosas a las que podremos tener acceso a través de la sección de historia de la web de la RFCE, no la más antigua, pero sí una de las más emotivas, será mucha de la documentación usada durante la I Exposición Nacional de la Paloma Mensajera, celebrada en Barcelona en febrero de 1966, cuando la colombofilia era 47 años más joven.
Entre todo este material me gustaría destacar algunas piezas.

El cartel promocional.

La invitación oficial al evento, que reproducimos al inicio de este artículo y que se entregaba en nombre del Teniente Coronel Don Juan Manuel Sancho-Sopranis y Favraud, presidente de esta institución entre los años 1964-1980.

La hoja de enjuiciamiento, tan diferente a la usada hoy en día por los actuales jueces.

Y el desglose presupuestario de las 100.000 pesetas, de la época, destinadas al evento.

Puede que 47 años no parezcan demasiados pero, creedme, para nuestro deporte, para su desarrollo, han sido muchos. De todas formas podemos adelantaros que están saliendo a la luz publicaciones editadas hace 120 años y que en nada vamos a poder tenerlas en nuestras manos…

Enhorabuena a todos aquellos que disfrutáis con la historia de nuestra colombofilia.

RFCE