Los Durieux y su presencia en la Paloma Mensajera Cubana

Un día como hoy, 15 de Septiembre pero del año 1900, fue fundada la Sociedad Colombófila de la Habana; surgiendo así la colombofilia cubana, que con el decursar del siglo XX se fue desarrollando y tomando fuerza, en gran medida por el esfuerzo de aquellos excelentes colombófilos que lucharon denodadamente por el mejoramiento tanto de la propia institución como de la paloma mensajera cubana.

Desde aquellos primeros años de existencia de la colombofilia en Cuba han ocurrido diferentes hechos importantes que han enriquecido de alguna manera la misma, dejando su huella de forma imborrable. Uno de esos importantes acontecimientos que marcó un hito en la historia de nuestra colombofilia, al cual se le debe el auge y rumbo definitivo de esta, fue sin lugar a dudas, la importación de los llamados “Durieux”.

Luego de un período de auge entre 1910-1911 en el que llegó a un notable grado de esplendor debido a la mucha sangre nueva de los nuevos socios y a las palomas que importaron desde Bélgica los Sres. Contreras, Torroella, Crespo y Suárez Garro entre otros; como dijera el entusiasta Sr. Ramón del Río, Presidente por aquel entonces de la Sociedad Colombófila de la Habana, la colombofilia cubana entró en un fuerte slump que llegó a paralizar la actividad colombófila durante tres años de donde resurgió como Ave Fénix con la importación de “Los Durieux” que inyectaron vigorosa sangre en casi todos nuestros palomares, convirtiéndose en los vencedores de los concursos más largos y difíciles.

El mérito y la gloria de esta genial importación correspondió al Doctor Manuel Viera Montes de Oca, que en el mes de junio de 1914 recibió un lote de doce palomas acompañadas solo por la factura, la cual expresaba el exorbitante costo de 600 francos el par. Dicho lote había sido enviado por Monsieur Albert Durieux quien era director del periódico “Le Martinet” de Bruselas y que hizo una cuidadosa selección en diversos palomares representando lo mejor que existía en Bélgica en aquella época, pero no se recibió carta alguna de Monsieur Durieux concerniente a la remisión.

En esta fecha era inminente el comienzo de la Primera Guerra Mundial lo que justifica que muchos colombófilos tuvieron que deshacerse de la mayor parte de sus palomas, que según cifras de la época se redujo de un aproximado de 3000000 a unas 300000, ocasión que aprovechó Durieux para adquirir estas excelentes palomas y enviarlas hacia la Habana. Entretanto, estalló la guerra y solo se tuvo noticias más tarde de que Mons. Albert Durieux había perecido en la contienda como buen patriota belga, dejando en la incógnita el origen de dichas palomas.

Una vez el Sr. Montes de Oca con las palomas en su poder inició su cultivo y con los primeros hijos de estas conquistó resonantes triunfos sin precedentes en los concursos celebrados hasta entonces por aquella época en la Sociedad Colombófila de la Habana, lo que llamó la atención de inmediato a todos los demás colombófilos de entonces. Al abandonar el Dr. Montes de Oca la colombofilia activa los Durieux se dispersan por los diferentes palomares de la Habana y también de Camagüey, en donde continuaron escribiendo páginas gloriosas con sus ruidosos éxitos.

Como nos describe el Sr. Henri Chataignerai en su artículo titulado “El Secreto de los Durieux”, publicado en el Anuario Colombófilo de la Revista “Cuba Colombófila” del año 1929, la legión de los Durieux repartida siguió su marcha triunfal debido a sus cultivadores Sr. Emilio Tovar, Ing. Carlos López Céspedes, Sr. Ramón del Río, Sr. Oscar Aguiar, Sres. Frank y Gustavo García Montes, Sr. Horacio Márquez, Sr. Ramón Goizueta, Sr. Marcial Hernández y el Dr. Ignacio A. Garrido, a cuyos excepcionales dotes de colombicultor debemos la propagación en alto grado de los Durieux.

Pero hasta entonces, a pesar de haber consolidado la mayor parte de los palomares cubanos de la época y a un gran número de colombófilos que sobresalían en los concursos sin saber porqué, los Durieux no tenían genealogía, algo que exclamaban a menudo sus inevitables detractores y que motivó que años más tarde, por iniciativa de los Sres. Rolando y Armando de los Santos, se conociera el verdadero origen de estas formidables palomas cuando estos entusiastas hermanos le escribieron el 18 de noviembre de 1929 a Mons. Jules Janssens, quien fuera Presidente de la Federación Colombófila de Bélgica, para pedirle datos acerca del origen de estas palomas enviadas por Mons. Durieux a la Habana el 26 de mayo de 1914. Monsieur Janssens les respondió en carta fechada el 13 de Enero de 1930 que: “Como Mons. Durieux había muerto él le había trasladado su carta a Mons. Joseph Henin, director entonces de “Le Martinet”, a cuya redacción pertenecía por el año 1914 Mons. Durieux, y les aclaraba que según la nota enviada por este, tres de estas palomas eran originarias de su palomar y seis eran del palomar de Mons. Arturo Marchal de Bierset, Awans, a quien también le había escrito pero no recibió contesta”.
En la nota enviada por Mons. Joseph Henin a Mons. Jules Janssens en la que aparecen los datos encontrados entre los papeles de Mons. Durieux sobre el envío que este realizara a la Habana aparece la siguiente relación:

10028 Macho Rojo, raza Wegge-Vanderhaegen, de M. Janssens.
9002-09 Hembra Negra, Raza Wegge-Desruelle, de M. Janssens.
9036-09Macho Empedrado, Raza Wegge-Van Schingen, de M. Janssens.
2202-13 Hembra Roja, Raza Van Schingen, de M. A. Marchal.
3785-12 Hembra Negra, Raza Grooter, de M. A. Marchal.
3189 Hembra Roja, Raza Van Schingen, de M.A. Marchal.
1750-11 Macho Azul, Raza Wegge, de M. A. Marchal.
2955-12 Macho Azul, Raza Wegge, de M. A. Marchal.
663-11Macho Negro, Raza Grooter, de M. A. Marchal.
2012-13 (no aparecieron los datos).

De las seis parejas que fueron importadas sólo aparece la genealogía de nueve de estas palomas, omitiéndose las tres restantes; pero teniéndose en cuenta que el número de las doce Durieux lo completaban el Macho “Empedrado Awans” que en su anillo de nido ostentaba la inscripción Awans, así como la 2593-11 “La Monja” en cuya anilla aparecía la inscripción Awans, se pudo deducir que estas palomas procedían del palomar de Mons. A. Marchal de Awans y que la 2012-13 procedía del palomar de Mons. J. Janssens de Schaerbeck , según nos explica en su artículo el Sr. Henri Chataignerai.

Los brillantes resultados de los Durieux en cada concurso en que tomaban parte solo ratificaban la acendrada nobleza de sus antepasados, los Wegge, Grooter y Van Schingen, reputadas estirpes como derivación de los Ulens, verdadera raza madre Belga.

En opinión del Sr. Henri Chataignerai muy pocas veces ha surcado las aguas procelosas del Atlántico una expedición en conjunto tan valiosa, representadas por genuinos ejemplares de sus respectivas razas. Según el Dr. Félix Suárez Garro, los Durieux eran la mejor de las expediciones que se habían hecho a Cuba por razón de que fueron seleccionados entre los Janssens de Schaerbeck y los Marchal de Lieja y, además, por sus méritos intrínsecos y por sus orígenes eran dignos de los mejores elogios. Por su parte el Dr. Ignacio Garrido, que con sus dotes de excepcional colombicultor contribuyó a la propagación en gran medida de estas excelentes palomas por los palomares cubanos, decía que cultivaba con preferencia la mal llamada hasta entonces “Raza Durieux” porque era tan buena como la mejor del mundo y que mejores que estos no habían existido nunca antes en Cuba.

La importación de los llamados “Durieux” constituyó el despertar de una nueva era en los anales de la colombofilia cubana, pues motivó en elevado grado la práctica colombófila de muchos amantes de este emocionante deporte que se llenaban de alegría al recibir con mayor frecuencia sus ejemplares desde las grandes distancias, sirviéndoles de aliento para continuar las batallas de las temporadas futuras, que a diferencia de épocas anteriores les eran negados estos triunfos llevándolos a la desilusión y haciendo que muchos se decepcionaran y abandonaran las filas colombófilas. También marcó una época y un punto de partida en la colombicultura cubana, a partir de la cual comenzaron a surgir grandes colombófilos y colombicultores, cuyos trabajos sirvieron de base para el surgimiento de la que hoy llamamos: “Paloma Mensajera Cubana”.
Podemos afirmar que han constituido la base de muchos palomares importantes como el del Sr. Gustavo García Montes, que se considera uno de los grandes colombicultores cubanos de todos los tiempos y en opinión del desaparecido Sr. Francisco “Paco” Alonso un Durieuxista por excelencia, cuyo trabajo exquisito le permitió lograr excelentes palomas, que luego ayudaron a consolidar otros importantes palomares como el del Sr. Omelio García Pila, del cual surgieron extraordinarias palomas que se consideran la base de las mejores palomas cubanas de la actualidad.


Por: Herlán J. Varona Socías.
Camagüey, Cuba,



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